Serenamente- Canción original

Cada vez encuentro menos el tiempo y la inspiración para escribir canciones, y esta, «Serenamente», es la última en la que el texto es mío. Recientemente me he aficionado a musicalizar textos de otros. Y es que esta letra fue escrita a pedazos, y luego unida bajo este motivo de piano, que quería que sonara clásico y simple, pero melancólico.

Tanto el texto como el motivo surgieron de un momento oscuro, cuando me agobiaba la tristeza y sentía que no podía más con la presión. Es interesante volver a ese periodo de mi vida, hace unos cuatro o cinco años, justo antes de casarme, en el que las dificultades de la vida no hubieran sido tan abrumadoras, si no tuviera yo personalidad de buena estudiante, que siempre quiere que todo le salga bien. Estaba muy sensible, todo me afectaba profundamente, y yo misma me fui aislando y alejando cada vez más de mi familia y amigos.

Aquí estoy, soy yo. Un pensamiento, una emoción.

Hago un recuento, siento en mis dedos un cosquilleo.

La compañía de personas que no fueran mi actual esposo se me hacía insoportable, en todo lo que decían encontraba algo que no me gustaba, o que me dolía, y solo encontraba paz en la soledad. Y esa soledad era tremendamente consoladora, así que me aferré a ella.

Pero luego fui sanando con ayuda de la oración y las cosas fue mejorando, aunque no como me hubiese imaginado, y comencé a ser muy feliz. Era felicidad con mucho más poco de lo que pensé que necesitaría. Así que volví a querer compartir con personas, pero cuando regresé me dio la impresión de que ya había perdido mi lugar. Incluso mis alegrías parecían no ser compartidas sino por muy pocas personas, y sentí de nuevo que no era suficiente.

Nada de lo buena que soy ha sido mío nunca,

es por eso que estoy serenamente resignada.

La vida ha seguido, y he tenido la oportunidad de mejorar mucho con lecturas, terapia, y experiencias… Y un buen día comprendí dos cosas que me liberaron muchísimo:

  1. Que no tengo porqué llenar las expectativas de nadie en este mundo. La vida es muy satisfactoria solucionando uno por uno los problemas que se presentan, creciendo como persona con ayuda de Dios para en últimas ir a verlo a Él, y embelleciendo como puedo lo que me rodea; porque si alguna vez di señal de que sería exitosa, carismática, interesante, es porque Dios me dio esos dones, y luego, quiso tal vez esconderlos o herirlos de muerte, por mi bien, para tenerme para Sí. Si mi conciencia está limpia, ¿por qué voy a dejar que me afecte lo que se habla de lo que fui o no fui, hice o no hice?

2. No hay nadie en este mundo que no tenga miserias. No me cabe duda de que mi familia y amigos tienen sus propias miserias, todos luchamos con algo, se note o no, y todos de vez en cuando sabemos herir, con o sin intención. Entendí que si pretendo complacer a todo el mundo haciendo a un lado mis convicciones, puede que esté cediendo a la miseria de alguien, en detrimento de mí misma.

Es por eso que estoy finalmente, Serenamente resignada.