Productividad: Siempre batallando

Busqué un trabajo de medio tiempo para poder dedicarme a mi profesión y otros intereses creativos que tengo. Pero esto no es sorpresa para nadie, porque, si mal no recuerdo, documento bastante en redes sociales y en mis blogs, cómo es la relación con el tiempo en este sentido. Incluso hace unos días me salió un recuerdo en Facebook de una crisis creativa y vocacional que tuve en el 2021, que no pude evitar contrastar con los meses de Septiembre y Octubre del presente año, en los que logré terminar un proyecto literario y una composición musical, además de diversos tejidos y costuras. Estuve meditando sobre esta diferencia, y concluí que la crisis ha sido superada y que llevo un año supremamente productivo, así sea sobretodo en los oficios manuales, así que voy a contarles y a contarme a mi misma del futuro lo que HOY día estoy haciendo bien.

La máquina de coser

Mi máquina de coser ya tiene 4 meses, y la he estado usando consistentemente dos veces por semana los últimos dos meses. Pero hay dos trucos psicológicos que le aprendí a su uso:

  1. El primero es que, como hace ruido y yo soy un poco sensible, procuro no escuchar música, ni podcasts, ni nada mientras la uso. Coso en completo silencio, lo cual me va sosegando y calmando los ánimos. Es por esta razón que coser se ha vuelto en una preparación excelente para la lectura, la escritura, la composición y la oración. Por ejemplo, ahora mismo vengo de coser.
  2. Lo segundo es que me he ido forzando a parar después de hora y media, haya o no terminado el proyecto. Si lo termino antes de ese tiempo, me detengo. Al principio, me enredaba con un proyecto por horas y horas hasta terminar hastiada, y sin haber cumplido otras tareas, lo cual me arruinaba el día en cierto modo. He encontrado que si me detengo y luego retomo, incluso me salen mejor las cosas después.

No más televisión

Desde la Cuaresma no he visto televisión como tal. Suspendí la televisión porque lo que veía me resultaba a largo plazo desesperanzador de ver lo mala o cochina que puede ser la gente… Veía películas o series en plataformas de streaming, pero desde Septiembre dejé de ver series, y he tenido mucho más tiempo, porque, así como con la costura, mi tiempo de tejido se limita al video que decida ver, que no me causa la adicción que una serie me causa, y puedo dedicar más horas a otras cosas.

Estos dos puntos fueron con respecto al uso del tiempo, y con respecto a los oficios, que son sencillos de retomar, y que no requieren un movimiento extra de la Voluntad o el Entendimiento. Vamos ahora a la producción intelectual… Les contaré cómo logré sacar un proyecto literario y una composición, más los videos de Youtube y las entradas de blog en Septiembre y Octubre.

Inspiración y premeditación

No todos los creativos somos iguales, cada persona tiene sus trucos y rituales que le funcionan. En mi caso, después de 15 años de crear pude detectar qué es lo que me sirve, y lo estuve poniendo en práctica exhaustivamente: Yo lo que necesito es inspiración y premeditación.

  • La inspiración consiste para mí en consumir intensivamente productos similares a lo que quiero crear. Es por eso que este mes me llevé un libro de poesía a la calle para leer en mis ratos libres, y también leí otro distinto en mis tiempos libres en la casa. Estuve escuchando música latinoamericana para piano, y tocando las pocas piezas del estilo que quería lograr que me sé. Todo esto para que mi mente entrara en un lenguage, en una dinámica sobre la cual iba a trabajar la premeditación.
  • La premeditación para mí es pensar mucho y con conciencia en lo que quiero hacer. Lo contrario sería pensar en lo que se quiere hacer en el momento designado para crear, porque se puede perder ese tiempo valioso, sobretodo si uno no tiene mucho. Estuve aprovechando la ducha y las tareas de limpieza para ir planeando y dando forma en mi mente a lo que quería hacer para que cuando llegara el momento, solo fuera plasmarlo, corregir y pulir.

La batalla es la disciplina

Pero bueno, digamos que todas estas cosas no serían posibles si no estuviera batallando con mi Voluntad cada hora del día. Cada vez que empiezo una tarea, espero una de estas dos peleas: La pelea para forzarme a parar, y la pelea para forzarme a continuar. Sin mencionar que muchas veces la batalla es para empezar. Muchas veces no quiero hacer nada… Y en efecto, me he acostado en mi cama a intentar dormir porque me abruman las tareas. Pero me pongo a pensar en la menos tediosa, y me animo para comenzar por ahí. A veces solo quiero sentarme a ver videos, y comienzo, pero me está ganando la conciencia, y me paro porque sé que debo avanzar.

Si les contara que mi costumbre es no terminar lo que empiezo… Por eso no suelo hacer proyectos grandes. Sin embargo siento que eso va a comenzar a cambiar.

Publicado por

lauraceballosflrez

Soy compositora y soprano. Actualmente me dedico a cantar en ensambles vocales de música sacra, y a dictar clases particulares de canto, solfeo y piano. Me encanta leer, escribir, y el crochet.

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